Las calderas de vapor cuentan con una estructura similar a las calderas más comunes de las que se obtiene agua caliente. Estas son las calderas que tienen más aceptación en los entornos industriales.
Pueden adoptar distintas configuraciones en función de cómo se ubican los tubos de humo: horizontales, de cajas de humo y verticales.
El objetivo de una caldera de vapor, ya sea de un sistema u otro, es incrementar la temperatura y la presión del agua hasta transformar el fluido en vapor a la presión necesaria.
La obtención de vapor va a condicionar el resto de los componentes auxiliares de la caldera, ya que deben estar diseñados para soportar las temperaturas y presiones necesarias. Hay que tener en cuenta que según aumenta la presión del agua también aumenta la temperatura de ebullición.